viernes, 20 de marzo de 2015

#TurismoMacabro: Las leyendas de la Moira, el Callejón del Aguacate y Lecumberri

Por: Casandra Vicario

Tenemos referencia, gracias a los libros y sobre todo a muchas películas, de diversos lugares que tienen fama de estar embrujados o de albergar en sus entrañas algún fantasma famoso, tal es el caso, de la casa de Amityville, pero México, no se queda atrás:

Ubicada en la colonia San Miguel Chapultepec, en la calle de José Vasconcelos y actualmente un centro cultural, se encuentra “La Moira”, una casa que desde hace muchos años tiene fama de ser un lugar embrujado. Cuenta la leyenda que un niño de nombre Marco, se atrevió una vez a entrar ahí, descubriendo a un niño de su edad atado con una soga en el cuello, lo que le llevó a salir corriendo para regresar años más tarde, y ser encontrado sin vida, colgado del techo de uno de los cuartos de la casa.

De mucha fama, sobre todo entre los años 80 y 90, es el callejón del aguacate, en el barrio de Santa Catarina, en Coyoacán,  un lugar angosto y en el que se manifiestan una gran diversidad de espectros: dicen, que se aparece un hombre con capa y sombrero, que por alguna extraña razón, aún por definir, se cuenta que es el mismísimo diablo, otros afirman ver a un niño que juega por todo el callejón y que aparece y desaparece a voluntad, existen también quienes afirman observar a una señora que camina por el callejón o que se asoma desde la ventana de una casa abandonada, cuya familia, se supone fue asesinada hace muchos años. Adicionalmente, también se narra que es posible observar  una virgen, que se cree pusieron ahí de forma anónima para el descanso de las almas que penan por el lugar. Con todo esto, el callejón del aguacate resulta todo un reto para aquellos que gustan de las emociones paranormales. ¿Se atreverían a caminar por ahi?

Otro lugar en donde los espectros, fantasmas, ruidos extraños y cuanto efecto poltergeist se les ocurra pueda manifestarse, es la antigua penitenciaría de Lecumberri, hoy, Archivo General de la Nación.  Durante el porfiriato, el recinto se llenó de lo peor de la sociedad, peleas, asesinatos, torturas y demás cosas ocurrieron ahí, pues hasta 1954 era mixta. Sus celdas eran muy pequeñas y cada una de ellas, estaba llena de criminales, por todo esto, se le conoció también con el mote de “El Palacio Negro”, faltaba más. 
Todo esto, es un gran caldo de cultivo para que cada quien viva su propia experiencia fantasmagórica al caminar por sus entrañas.


Otros lugares espantosos para visitar son El Callejón del Diablo, la Casa de  Don Juan Manuel  y la casa del diseñador en el Centro histórico, la casa de las brujas en la Colonia Rom y, La Casa de la Tía Toña en Chapultepec 

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